El pasado 19
de septiembre el presidente de los Estados Unidos, se estrenó en el plenario de
Naciones Unidas, al dirigirse a representantes de los países miembros de esa
organización internacional. En su discurso, cargado de soberbia, prepotencia y
desprecio; expresó la política de bloqueo y aislamiento hacia Cuba, porque
según expresó, no se habían dado los cambios esperados por el gobierno cubano, lo
cual ratificó una vez más su vinculación con el lobby anticubano en el Congreso
Federal estadounidense.
Ese discurso
no es nuevo y no nos sorprende a los cubanos. En junio pasado esbozó su
política ante un conglomerado de la comunidad cubana de Miami, que en esencia
odia a su propia patria y no constituye una representación fidedigna de los
intereses de los cubanos de la Isla.
En agosto,
declaraciones del vocero de la Casa Blanca refieren por primera vez sobre
afectaciones cerebrales y auditivas a personal diplomático estadounidense y sus
familiares destacados en La Habana, debido a supuestos ataques acústicos que
según ellos datan de febrero de este año; razón por la que decidieron retirar a
ese personal y expulsar a dos funcionarios cubanos de la embajada en Washington
en represalia por esos hechos. Ya han empezado a hablar de otras “opciones”
entre las que consideran el cierre definitivo de la embajadas. Hasta ahora no
hay una sola prueba que inculpe al gobierno cubano, nunca ha sido práctica del
gobierno cubano atentar contra diplomáticos de otros países acreditados en su
territorio.
Unos días
atrás, cuando se acercaba a nuestra patria el huracán Irma, la administración
norteamericana anunció que arreciaría el bloqueo contra Cuba y recientemente un
banco holandés se negó a recibir fondos de personas que residen en Europa, para
transferir a la cuenta abierta por el Banco Financiero Internacional de Cuba y
ayudar a resarcir los daños causados por el último fenómeno meteorológico.
El canciller
cubano Bruno Rodríguez Parrilla, en la reunión del Movimiento de Países No
Alineados, en Nueva York, declaraba este 20 de septiembre ante esos
representantes que, el bloqueo
norteamericano a Cuba se intensifica y también su aplicación extraterritorial;
agregó que se ha producido un retroceso en las relaciones bilaterales entre
Estados Unidos y Cuba, y reiteró que la disposición al diálogo con los Estados
Unidos es invariable por parte del gobierno cubano, pero no se hará ninguna
concesión en materia de soberanía y asuntos internos. Cuba no negocia bajo
presión ni imposiciones.
Nuestra
Asociación respalda las palabras del Canciller cubano, y condena una vez más la
posición hostil del gobierno norteamericano hacia nuestro país que esgrime para
sus propósitos argumentos y patrañas devenidas de visiones unilaterales y de
cuentos de ciencia ficción.
ASOCIACIÓN
CULTURAL DE CUBANOS RESIDENTES EN CANCÚN
22 de
septiembre de 2017
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