lunes, 9 de septiembre de 2013

LA NOVIA ETERNA



Por : Susana Gómez Bugallo  y Yuniel Labacena Romero
        Juventud Rebelde
http://www.ain.cu/2013/septiembre/08eg-adriana-gerardo.jpgTodo se le nubló y dejó de respirar cuando le informaron lo ocurrido con su esposo. Entonces Adriana se quedó sola consigo misma para decidir lo que quería hacer, y se dio cuenta de que, además de querer acompañarlo, él necesitaba de su comprensión
Fue dando brincos desde que colgó el teléfono hasta la celda. Era la primera vez que se escuchaban después de tres años. Por fin podía tener la confirmación de que «¡Adriana existía!», y junto a ello saber cómo estaba su familia.
La historia nos la contó hace algunos meses Adriana Pérez, la hermosa mujer que lleva 15 años a la espera de su «hombre».
Cuando le informaron lo ocurrido con su esposo todo se le nubló, dejó de respirar. Entonces se quedó sola consigo misma para decidir lo que quería hacer, y se dio cuenta de que, además de querer acompañarlo, él necesitaba de su comprensión y llegó a esa conclusión «por las bases sólidas que tenía su matrimonio de diez años.
«La primera vez que oí a Gerardo después de tres años hablamos con mucha ecuanimidad, sin que ninguno llorara. Era el mismo hombre que había dejado de escuchar años atrás», cuenta ella y resulta difícil de creer, porque ese tiempo sin saber de alguien que dejó de dar señales sin aviso pudiera ser una razón para olvidarlo.
Pero estos años no lograron apagar en Adriana unos ojos llenos de amor y esperanza. La esposa de Gerardo Hernández, uno de esos hombres sencillos devenidos héroes, sabe dar lecciones si se trata de resistencia, verdad y lealtad.
«Comencé a desencadenar todos los recursos que no sabía que tenía para llegar al final. Esa siempre ha sido mi meta. Llegar lo más saludable posible y con un matrimonio sólido. Él me dice que llevar 26 años en las condiciones que lo hemos hecho, ya es un mérito.
«Gerardo me comenta que muchos no llegan a la mitad pudiendo resolver sus problemas todos los días. Y aunque algunos crean que hemos durado porque no convivimos, nuestro éxito está en tener la comunicación necesaria.
«Ha hecho que esto no sea una fase de estancamiento, de costumbre, de rutina. Siempre está en la motivación para cambiar. Tiene un gran por ciento de éxito en esta relación por sus valores, sus cualidades, su nivel de entrega, no solo a lo que ha hecho, sino a mí.
«A pesar de la incertidumbre, de no saber cuándo regresará, vivo orgullosa de haberlo elegido y sobrepasar los momentos más difíciles. Lo quiero con todos sus valores aunque no idealizo a mi hombre».
                                                        (LEER TEXTO COMPLETO) 

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